miércoles, 18 de diciembre de 2013

Los Secretos del Morrón • Quedada Montañera


Por fin hemos podido realizar la primera quedada montañera y juntarnos con los amigos de Wikiloc en Murcia. No con todos, porque parece que más de uno no era amigo de las multitudes. Pero qué bien lo pasamos.

Habíamos quedado en reunirnos en el Collado Bermejo de Sierra Espuña el grupo de Chispas, el de Ramón Espín, Pelchas, Franzapa, Misantrophus y nosotros los Malpaso, pudiendo quien quisiera invitar a sus santas esposas así como a cualquier amigo interesado. Al final Misantrophus no pudo venir. Es una lástima porque se perdió un gran día. Otra vez será. Así que nos juntamos si la memoria no me falla, 16 "personas humanas" y una perrita muy simpática, al pie del Morrón de Totana, también conocido como el Morrón Grande o Pico Espuña.

El ambiente era estupendo. Parecíamos amigos de toda la vida aunque la mayoría de nosotros sólo habíamos intercambiado mensajes por la red. Imagino que más de uno acudió receloso porque siempre está presente la frase del banquero J.P. Morgan "se pueden hacer negocios con cualquiera, pero navegar sólo con caballeros" esto obviamente no era navegar pero se puede llegar a parecer mucho. Un mal compañero te puede amargar el día.
 
 
Una vez hechas las presentaciones, comenzamos la ruta sorprendente que nos había preparado Ramón emprendiendo la ascensión del Morrón por "la canaleta" una ruta empinada pero sin mayor complicación que andar algún tramo en la postura de "la tortuga" y que nos fue llevando hito tras hito hasta la Torre de los Exploradores.



 
Allí nos esperaba la primera sorpresa del día ¿Qué contenía ese gran mochilón que llevaba Asensio? pues Asensio se ubicó en la umbría del torreón para protegerse de las miradas indiscretas y reapareció con un magnífico traje de gala de patriarca calé incluyendo mallas doradas y cadenón a juego, además de un sin fin de accesorios de atrezzo para los demás, pelucas, gorros… parecía el baúl de Melies, aquel que en los albores del cine se tragaba todos los muebles de la habitación.


 

 Risas fotos con carteles (que también llevaba en la mochila) no puedo imaginar cuanto esfuerzo y cuanto cariño invirtió en la broma y no puedo más que agradecérselo.

Después de las paradita comenzamos el descenso por el sendero que acaba en el Collado Mangueta. Aquí nos cruzamos con un numeroso club senderista (de Totana creo) que, ante mi sorpresa, ni se inmutó al ver las pintas que llevábamos (debe ser lo normal por allí).


Al llegar a la zona de los pozos de Cartagena, hicimos la parada del almuerzo. Más fotos con disfraces y carteles alusivos al encuentro. Muchas risas y buenas caras. Se veía claro que el día iba  a ser magnífico.


 

 
Terminados de almorzar, ¡ala! ¡La Cuesta de la Peseta! un repechito de cuidado y luego la plácida senda que descendiendo da la vuelta al Morrón y allí nos señala Ramón uno de nuestros objetivos "El Carrerón o Canalón o Canelón del Diablo" una fisura angosta y empinada entre la masa del Morrón y la Peña Soleada que desde abajo y entre nubes da un poco de "yu-yu" pero aquí nadie se echa atrás.



 

 
Dejamos la pista del Pinillo abandonándola por la izquierda, buscando la pedrera que nace bajo las paredes verticales del Morrón. Aquí los que no quieren subir más toman la pista que les lleva a los coches, pero casi todos seguimos a Ramón cuesta arriba, ganándole metros a la pedriza hasta llegar a uno de los secretos más escondidos de Sierra Espuña: El Arco de Segismondi, llamado así en memoria del que fue el primer presidente del Club Montañero de Murcia.


 

El Arco de Segismondi es, como su nombre indica, un arco de piedra espectacular que no se ve hasta que lo tienes encima. Lo que sí se ve mientras subimos es el precioso circo que forman las paredes verticales que lo rodean y también de reojo miramos el Canalón del Diablo donde tarde o temprano tendremos que trepar algo.

Muchas fotos en el Arco. El lugar lo merece. Parecía que nadie quería moverse de allí, pero tenemos que levantar el campamento porque si no no llegaremos a tiempo a la comida que Joaquín (el marido de Chispas) había concertado en El Berro.



Ahora nos dirigimos al Canalón del Diablo. A mí me gusta más ese nombre, Canelón me suena a comida italiana y Carrerón… pues la verdad de todo menos eso, más bien hay que atravesarlo muy despacito. Nos adentramos en la grieta por terreno empinado pero sin dificultad y pronto nos tropezamos con la trepadita. No es para tanto, pero tampoco es despreciable. Fran, como es tan grande y era su bautizo de trepadas la mira con recelo pero la sube sin problema, los demás, con más o menos dificultad, hacemos lo propio.



Desde aquí las vistas son espectaculares, enmarcada en la grieta asoma la cumbre de Pedro López. Más fotos y a destrepar. Para salir al otro lado de La Peña Soleada hay que poner las manos en la pared de nuevo.

Ahora ya sólo nos queda descender por la pedriza (lo que a mi me gusta) y regresar por el sendero a la izquierda hasta el transformador y de allí al coche. 

Una vez todos cambiados, con camisa limpia y relucientes nos dirigimos al restaurante en El Berro para darnos un merecido homenaje. El local tenía su encanto y nos dieron de comer magníficamente. Risas, pelucas, brindis… nadie quería irse pero al final siempre hay que volver. Tras despedirnos a pie de coche, cada mochuelo a su olivo.

¡Qué día tan estupendo y qué buenos amigos hemos hecho! Nunca pensé que podría salir tan bien. Estoy deseando de veros a todos otra vez.

Como de costumbre haced clic sobre las fotos para verlas grandes y pasarlas como diapositivas.

Besos y abrazos a todos.



Esta vez podéis ver la ruta y bajar el track en dos versiones la de Chispas y la mia.



Versión de Chispas:
http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=5799105


Versión Malpaso:
http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=5812673
 



Buen camino.
Malpaso

domingo, 8 de diciembre de 2013

Buscando nieve en La Sagra

Ya se veía que mucha nieve no iba a haber
Ya no aguantábamos más. Como buenos diletantes en este tema de la nieve  ya teníamos nuestro equipo flamante y estábamos decididos a utilizarlo. Así que a pesar de que las noticias que nos llegaban a través los foros no daban ninguna seguridad de que hubiera nieve suficiente y por encima de que la webcam de Almaciles no enseñaba una Sagra totalmente invernal, confiando en nuestra buena suerte, Fran y yo nos dirigimos hacia La Sagra con crampones y piolets sin estrenar, en la esperanza de subir por El Embudo en un escenario digno del Yeti.
Al llegar a la base, ya se veía claramente que no iba a ser así. Estuvimos un rato dudando acerca de si cargar o no el piolet en la mochila porque se veía muy claro que la nieve era poca y que se podría subir como quien sube a la Cresta del Gallo, sin más protección que un poco de abrigo. En el aparcamiento de Los Collados, frente a la puerta de la valla, había ya muchos coches y no paraban de llegar más. Comenté en broma a unos que parecían montañeros experimentados si iban a coger el piolet y ante mi sorpresa me contestaron que en la mochila no pesa. Así que nosotros que no queríamos ser menos, también lo cogimos y comenzamos la ascensión rodeando la valla para evitar la travesura de saltar la puerta.
 
El Embudo es un lugar fantástico
El suelo de tierra estaba congelado y duro como si fuera de piedra. Y ya conocéis todos cómo es El Embudo, aún en la falda de la montaña cuando todavía hay sendero, pendiente se hace notar. Cuando llegamos a la base ya hay nieve, pero también hay muchos claros. Es una mala combinación porque el sol todavía no ha superado la cuerda y toda la ruta está en sombra, la tierra está helada y las rocas también. La nieve, a veces en polvo y te hundes al pisarla, pero otras está más dura que el cubito de un gin-tonic y resbala. No te puedes poner crampones porque los destrozarías contra las piedras, pero hay más de un tramo en los que se echan de menos. En ocasiones parece que hay suficiente nieve para hacer un trazado directo hasta la cima, pero también parecía una buena opción recorrer el camino en los acostumbrados zigzag que resultan mucho más llevaderos.
 
 
Llegando a la Piedra de Los Caramelos
 Afortunadamente, la meteorología sí nos fue favorable y no sopló ni una brisa, hasta el punto que yo subí con sólo una doble camiseta térmica y no pasé frío en ningún momento. Y como dicen los que creen en las visitas extraterrestres "no estamos solos" El Embudo está lleno de compañeros que sin duda también tenían esperanza de encontrar una Sagra copada de nieve. Nunca había visto a tanta gente subiendo a la vez. Cada grupo hacía su huella por donde le parecía más oportuno.
 
 
 
La pendiente de El Embudo impresiona vista desde arriba
Al llegar a la cuerda y salir de la sombra el clima era todavía mejor y nos dirigimos a la cima por el sendero que aún tenía alguna placa de hielo. Parecía la puerta del Sol en nochevieja, allí si que había gente y no paraban de llegar nuevos grupos y de partir los que ya habían almorzado. Como siempre las vistas eran espectaculares y en esta ocasión se podían apreciar con claridad las cumbres de Sierra Nevada repletas de nieve. 

 
 
La cumbre era una plaza mayor
 
Sierra Nevada
 Tras tomar un bocado y las fotos de rigor, comenzamos a descender desandando la cuerda en dirección este. Llegados a la entrada de La Pedriza dudamos si tomar esta como camino de bajada, pero las piedras congeladas no rodaban bien y la nieve salteada le restaban continuidad a cualquier trazado, sin contar con que cualquier placa de hielo podía mandarnos al suelo y más allá en cualquier momento. Así que creo que con buen criterio, optamos por probar el camino del Collado de Las Víboras que ninguno de los dos conocíamos.

La bajada por el Collado de Las Víboras, por la solana, es otra cosa
La ruta por el collado de Las Víboras es más larga pero puede llevar menos tiempo que intentar descender La Pedriza o el Embudo en unas condiciones de medio-nieve. Así lo confirmamos cuando al pasar bajo El Embudo nos encontramos con compañeros que habían comenzado a descenderlo por delante de nosotros y ahora los habíamos alcanzado.

No queda más que regresar al coche por el camino habitual y disfrutar de los placeres de la carne (de cerdo concretamente) propinándonos un merecido homenaje de colesterol puro a la brasa que lo teníamos merecido.

Y esta es la respuesta a la pregunta que corre por los foros de montaña "¿Cómo está la Sagra?" pues así está: mucha gente y poca nieve, pero sigue siendo una montaña preciosa.

Volveremos en enero cuando ya haya nieve para poder al fin estrenar el material.


Como de costumbre haced click sobre las fotos para verlas grandes.

No subo el track porque de estos ya hay muchos.

Buen camino.
Malpaso.